Manuel Salgado Tamayo
El domingo 2 de junio de 2019, el ciclista Richard Antonio Carapaz Montenegro, nos hizo emocionar hasta las lágrimas, tras triunfar, de modo heroico e inteligente, en una de las competencias ciclísticas más importantes del mundo: il Giro d´Italia.
Richard Carapaz nació el 29 de mayo de 1993, hace 26 años, en la comuna del Playa Alta, parroquia de El Carmelo, Cantón Tulcán, considerada la capital del ciclismo ecuatoriano. Sus padres: Antonio y Ana, comparten la suerte de la población pobre de este rincón andino, ubicado en la frontera con Colombia, en donde se dedican al cultivo de papas y el pequeño comercio.
La afición de Richard al ciclismo empezó en su niñez; pero con tan mala suerte que, la bicicleta que con enorme esfuerzo le compraron sus padres, le robaron. El niño nunca se resignó a quedarse sin su juguete favorito y un día, entre la chatarra que comerciaba su padre, encontró llena de herrumbre, sin asiento, sin frenos, ni pedales una bicicleta BMX que llenó el vacío de sus primeros años. En ella iba a la escuela, ayudaba a sus padres en el trabajo, realizaba los mandados y se divertía a su modo, trepando los senderos empedrados o apisonados de tierra, sobre alturas superiores a los 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Los rigores y limitaciones de la vida del campo forjaron dos cualidades básicas que le llevaron al sendero del triunfo: la disciplina y la fuerza.
En el año 2008, cuando había cumplido los 15 años, dio inicio a su formación como ciclista amateur, formando parte del equipo de Panavial – Coraje Carchense, que recibió el apoyo del Consejo Provincial, bajo la dirección de dos glorias de ese deporte en el Carchi: Juan Carlos Rosero(+) y Pablo Caicedo que fueron sus primeros entrenadores
En el año 2013, pasa a formar parte del equipo RPM Team con el que gana la Vuelta a Guatemala y también el Campeonato Panamericano de Ruta Sub 23. Asimismo, en el 2015, recibe una propuesta de un Equipo colombiano que le convierte en el primer extranjero que gana la Vuelta de la Juventud a Colombia en el último medio siglo. Para el año 2016, recibe una propuesta del Grupo Lizarte de España y viaja a Europa. En el 2017, se vincula con el equipo de Movistar Team con el que participa en la Vuelta a España. Para el 2018, gana una etapa del Giro a Italia y se transforma en una figura del ciclismo mundial.
Finalmente, en mayo y junio de 2019, formando parte del equipo de la empresa telefónica española Movistar, que se había propuesto ganar el Giro de Italia, con el liderazgo del español Mike Landa; pero, sobre la ardua y compleja ruta de 21 etapas que se realizan entre el 11 de mayo y el 2 de junio, el ecuatoriano Richard Carapaz demostró que fue el mejor, nadie pudo con él, fue el corredor más inteligente, el mejor preparado para ganarse el honor de vestir por 8 ocasiones la camiseta maglia rosa.
Es el único latinoamericano que tiene este privilegio en más de un siglo de vigencia de esa competencia, y al ganar la vuelta a Italia se convierte en una gloria del ciclismo ecuatoriano, sudamericano y mundial.
El muchacho carchense de origen humilde, que apenas en el 2014 fue atropellado por un vehículo anónimo y tuvo que estar fuera de las pistas durante medio año para recuperarse de las heridas, tenía plena conciencia de su identidad carchense y ecuatoriana, y sabía que estaba escribiendo el triunfo más grande que ha podido lograr en toda su vida.
Desde niño había soñado con el día de la victoria y sabía que “los sueños se hicieron para cumplirse”.
En vísperas de ese logro, los organizadores llevaron a Italia, para darle el estímulo decisivo, a su esposa Tatiana Rosero, a sus pequeños hijos Santiago y Sofía, y a sus padres Ana y Antonio.
En la comuna del Playa Alta, del Carmelo, donde está su casa, volverán a celebrar con los manjares deliciosos de la cocina andina: cuy asado, junto a unas humeantes papas enteras, habas tiernas, mellocos colorados, rematados por la delicia de un morocho de dulce y la música de nuestra tierra.
Salud y gloria para el gran ciclista carchense y ecuatoriano que nos deja la lección adicional de que, para ser un buen deportista, primero hay que ser un buen ser humano.
Profesor Emérito de la Universidad Central del Ecuador. Ex legislador. Literato. Mgs. en Relaciones Económicas Internacionales mención Comercio e Integración por la Universidad Andina Simón Bolivar. Phd en estudio latinoamericanos en UASB