Réquiem por Julio César Trujillo Vásquez

Réquiem por Julio César Trujillo Vásquez

Manuel Salgado Tamayo

Profunda consternación ha causado entre los sectores democráticos de la sociedad ecuatoriana la noticia de la muerte del doctor Julio César Trujillo Vásquez, Presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio (CPCCS-T), y hombre público de una larga trayectoria al servicio de los intereses nacionales.

Julio César Trujillo Vásquez nació en 1931 en Ibarra, en el seno de una familia pobre. Cursó sus estudios primarios en una Escuela Rural y se graduó de Bachiller en el Colegio Sánchez y Cifuentes en donde tuvo el privilegio de ser alumno de monseñor Leonidas Proaño, cuyo pensamiento dejó la impronta de la teología de la liberación en su conciencia.

En 1950, con un enorme sacrificio de sus padres, se traslada a Quito donde inicia y concluye sus estudios de Derecho en la Facultad de Jurisprudencia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). En 1958 gana un concurso para ser docente de Derecho del Trabajo en la PUCE y, simultáneamente, se consagra a la defensa de los derechos de los trabajadores sindicalizados y de los que participan en los movimientos sociales.

Su prestigio académico determina que, por iniciativa de los estudiantes, sea candidatizado y electo Decano de la Facultad de Jurisprudencia y nominado para ejercer el Vicerrectorado de la PUCE.

En el desempeño de esas funciones fue un actor clave de la reforma universitaria que impulsa el Rector Hernán Malo González, considerado como uno de los sacerdotes y docentes más progresistas de su época. Influido por su formación cristiana milita primero en el Partido Conservador Progresista y participa luego en la fundación de la Democracia Popular que buscaba ser en el año de 1977, una agrupación moderna y renovada. En esa misma década del 70, desarrolla una intensa lucha contra las dictaduras civiles y militares y sufre el confinamiento en la selva amazónica.

Fuente: El Comercio

En 1984, en un escenario político adverso, participa como candidato a la Presidencia de la República y obtiene un bajo resultado como consecuencia de la responsabilidad del gobierno de Osvaldo Hurtado en el inicio de las políticas neoliberales en el Ecuador. En 1993 se desvincula de la Democracia Popular. En 1995, se acerca al movimiento indígena y en 1998 es elegido Diputado Constituyente por el Movimiento Plurinacional Pachakutik, momento histórico en el que contribuye al debate sobre la interculturalidad y la plurinacionalidad, como se refleja en la Carta Política, redactada ese año, que al definir la Forma de Estado y de Gobierno, en el Artículo Primero, señala, por primera vez en nuestra historia constitucional, que el Ecuador es un Estado “pluricultural y multiétnico”.

A partir del 15 de Agosto del 2013, cuando el caudillo Rafael Correa abandonó la Iniciativa Yasuni, Julio César Trujillo se unió a la muchachada de Yasunidos que, con enorme sabiduría y entusiasmo, asumen la tarea revolucionaria de impulsar una consulta popular para que no se exploten los pozos petroleros de Izhpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), como una contribución necesaria para preservar una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo y frenar el calentamiento global que se levanta como la peor amenaza contra la supervivencia de la vida en el planeta Tierra.

Fuente: Ecuavisa

Este acercamiento a los nuevos movimientos sociales y el viraje político que entraña respecto a sus posiciones conservadores de inicio llevó – a un periodista – a preguntarle si esos cambios no implicaban una contradicción, su respuesta inmediata fue una invitación a leer a Miguel de Unamuno y aclara: “No me contradigo, es la realidad la que cambia y frente a ese cambio actúo”. “Soy partidario de la justicia social, eso lo propicia la doctrina social de la Iglesia y trato de ser siempre coherente con la realidad y mis principios.”

Fuente: Scoopnest

En el año 2015, cuando estalla en Brasil y otras latitudes, el escándalo de los actos de corrupción propiciados por la red de coimas de la transnacional brasileña Odebrech, por iniciativa del Frente Unitario de Trabajadores, Julio César Trujillo es elegido Presidente de la Comisión Cívica Nacional Anticorrupción desde la que desarrolla, junto a otros ciudadanos ilustres, una lucha titánica para investigar,  denunciar y enfrentar los actos de corrupción e impedir que el Ecuador se convierta en un territorio de impunidad. Nunca olvidaremos la tensión y el bochorno que vivió el País cuando el Contralor Carlos Pólit, hoy prófugo de la justicia, pretendió meter en la cárcel al anciano ilustre y sus compañeros.

En el año 2018, luego de una consulta popular, Julio César Trujillo es elegido presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio, que asume la enorme y compleja tarea de desmontar las estructuras de concentración del poder y corrupción gestadas por el correismo.

A sus 88 años demostró que tenía la integridad moral, la sabiduría y el valor personal necesarios para acometer esa tarea, sin arredrarse ante las amenazas y los insultos. La opinión pública lo premió con un respaldo pocas veces logrado por un dirigente político en la historia republicana.

Fuente: Expreso

En el cumplimiento de su deber le ha sorprendido la muerte, posibilidad de la que él tenía perfecta conciencia, tanta que su leal y amada esposa Martha Troya Jaramillo, cuando lo vio en el lecho del dolor, pidió a los médicos que dejen que la enfermedad siga su curso. Vivir y morir con dignidad es otra de las lecciones que nos deja el maestro.

Seguramente habrá cometido errores en su vida y es que: “Hasta el sol tiene manchas, los agradecidos ven la luz, los desagradecidos ven sólo las manchas”.

Quito, 19 de mayo de 2019.

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Profesor Emérito de la Universidad Central del Ecuador. Ex legislador. Literato. Mgs. en Relaciones Económicas Internacionales mención Comercio e Integración por la Universidad Andina Simón Bolivar. Phd en estudio latinoamericanos en UASB

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