Al abstenerse en votaciones cruciales como las que decidieron la destitución de las asambleístas Espín y Vallejo por comprobadas corruptelas, la asambleísta Silvia Salgado dio una prueba más de su complicidad con la corrupción y la impunidad que impuso el correísmo en el país. Quien presidió por años la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, llamada “Comisión de Archivo”, no llegó a fiscalizar ninguno de los numerosos actos de abuso e inmoralidad de Rafael Correa y sus “cuarenta colaboradores”.
Ante semejante intento de impedir que se sancione la corrupción, Marcela Arellano Coordinadora Nacional del colectivo “Renovación Socialista” condena la acción de Salgado y pide para ella sanciones ejemplarizadoras.
Arellano manifiesta además, que con ello se profundiza el desprestigio del sector que tuvo una conducta incondicional al correísmo, y se pone en riesgo el proceso de reunificación del Partido Socialista Ecuatoriano en que tenemos voluntad de participar, precisamente para superar la sumisión el autoritarismo y la delincuencia que se impuso en el país en la pasada década.
Convocamos a todos los socialistas a cerrar filas en la lucha emprendida por el país desde la Comisión Anticorrupción, para provocar que quienes han medrado de los dineros del pueblo sean sancionados y que las personas, como el caso de la Asambleísta Silvia Salgado, que han protegido a los atracadores, sean castigados en la memoria colectiva, puesto que han traicionado los intereses del Ecuador y han permitido que la inmoralidad campee en el país.
De esta manera cierra el comunicado Marcela Arellano Villa Coordinadora Nacional de la Renovación S.