Un día del agitado año 1975 se desarrollaba una de las reuniones constitutivas del FUT, Frente Unitario de los Trabajadores, en el local de la CEDOC en Quito. En la mesa directiva estaban los principales dirigentes de entonces y atrasito nos habíamos colado varios jóvenes universitarios que apoyábamos a la organización. Entonces me tocó estar al lado de un joven dirigente del Carchi, que desde 1968, antes del cumplir 18 años, se había iniciado en las luchas campesinas. Era Mesías Tatamuez Moreno. Me consta que estuvo desde el principio del FUT y acaba de morir siendo uno de sus referentes.
Mesías dedicó toda su vida a la organización popular. Fue presidente nacional de la Federación Ecuatoriana de Organizaciones Campesinas, FENOC, que luego se denominó FENOCIN y contribuyó a su gran crecimiento e influencia. El congreso campesino que organizó en Picalquí en 1986 es quizá el mayor de cuantos ha habido en el país.
En los años noventa pasó a dirigir la CEDOCUT y en esas funciones se mantuvo por varias décadas. Fue la figura descollante de la organización y su líder indiscutible. Tenía el respeto de todos sus integrantes, aún de quienes discrepaban. Como organizador fue infatigable y se daba la vuelta al país algunas veces al año. Fue reelecto varios períodos como presidente con gran respaldo. A inicios de los años 2000 fue un propulsor de la reunificación de su central sindical superando enfrentamientos.
Mesías fue un dirigente asiduo del FUT. Participó, a veces en medio de fuertes discrepancias, en todas sus acciones de lucha, siempre de lado de las bases y enfrentando a los gobiernos desde la dictadura militar del “Consejo Supremo” de los cahueñas, autores de la masacre de AZTRA, hasta el correísmo y sus sucesores, incluido el actual. Fue dirigente de las huelgas nacionales y varias veces presidente del FUT. Siempre buscó la unidad con otras organizaciones sociales, desafiando el sectarismo y el etnocentrismo.
Fue militante socialista desde joven y uno de los propulsores de su reunificación en 1983. Se desempeñó como diputado nacional suplente del PSE entre 1998 y 2002. Combatió a quienes pusieron al socialismo al servicio de Correa y se concentró en la dirigencia sindical. Varias veces se propuso su nombre para candidato a la presidencia o vicepresidencia.
Era a veces era testarudo y se metía en largas discusiones. Pero todos los que lo conocieron, dirigentes sociales, empresarios, altos funcionarios y periodistas, estarán de acuerdo en que era radicalmente honrado, sin que nadie haya podido decir que se apartó de la línea de los trabajadores, aceptó coimas o vendió una huelga. Era un militante de una sola pieza.
Mesías Tatamuez Moreno deja una huella en la historia social del Ecuador del último medio siglo. Será muy gratamente recordado. Su ausencia será sentida en medio de la crisis que nos agobia y de la lucha social que supo levantar y será indispensable para el futuro de nuestra patria.
Historiador, profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador.