Miedo a las urnas… miedo al pueblo

Miedo a las urnas… miedo al pueblo

Enrique Ayala Mora

La derecha y el correísmo tienen miedo a que se abran las urnas y se recuenten los votos. Eso sería lógico cuando los resultados son tan estrechos y hay numerosas denuncias de fraude. Pero el candidato correísta y el señor Lasso con sus aliados socialcristianos, tienen el acuerdo de no dar paso al reconteo y presionan porque los resultados se proclamen, dando paso a la segunda vuelta entre ellos.

¿Por qué se niegan correístas y socialcristianos a que se abran las urnas? ¿Por que Guillermo Lasso ha dado marcha atrás en su público compromiso de que se haga un recuento de los votos en varias provincias? ¿Por qué el correísmo y sus presuntos adversarios de derecha están de acuerdo en que no se cuenten los votos?

La respuesta es que no se quiere transparencia porque en esta elección, como en las anteriores, hay un fraude electoral que sería revelado con la apertura de las urnas. Parecería que, con tantos recursos técnicos y el numeroso personal dedicado al proceso, estaría garantizada la claridad de la elección. Pero resulta que la tecnología y el tropel de “técnicos” hacen de las elecciones un asunto difícil de comprender y controlar por el electorado y las organizaciones políticas, salvo los enormes aparatos de clientela electoral que quieren monopolizar la segunda vuelta.

Los hechos son claros: Los padrones electorales están viciados, incluyen muertos, gente con varias cédulas, migrantes que no han vuelto, omisiones y cambios tramposos de domicilio. Pero siempre se dice que ya no hay tiempo para un ajuste y se hacen las elecciones con esos padrones desconfiables. Se ha denunciado, y varias autoridades lo han reconocido, que no se ha hecho auditoría del software, que hay mal manejo de actas, sobre todo en algunas provincias, que hay irregularidades en el escaneo. Hay varias denuncias sobre estos temas. Sobre todo, la Comisión Nacional Anticorrupción ha sido clara y terminante.

Fuente: Expresso

Pero no se ha corregido estos hechos y se mantiene el control en manos de correístas y gente de derecha. Para las juntas electorales hubo “reparto” entre todos los vocales del CNE. ¿Se ha hecho una reorganización a fondo en provincias como Guayas, El Oro o Pichincha, donde las irregularidades son claras? No. Esas provincias siguen en manos de quienes las controlaban y repiten sus manejos.

En medio de errores, peleas internas y confrontaciones entre los órganos electorales, se avanzó una primera vuelta que no se quiso postergar como la seguridad y la prudencia lo aconsejaban, y se realizó en medio de peligros y graves omisiones, como la falta de papeletas para el Parlamento Andino. La situación que ahora se presenta fue una guerra avisada.

En el escrutinio no se quiere abrir las urnas porque los correístas saben que así Arauz tendría su votación real, es decir, menor al 32% que se le adjudica, y también porque la derecha teme que Yaku Pérez le gane.

Y ambos tienen terror de que se recuente los votos de asambleístas porque así sacarían muchos menos de los que sus repetidas mañas les han permitido tener, gracias al manejo de los escrutinios.

Correístas y derechistas se mueren del miedo a las urnas, porque tienen pavor de que Yaku les gane. Se supone que ellos son adversarios, pero cuando ven que peligra su control político, se juntan, hacen arreglos y pactos, mueven sus aparatos para que con su manejo de los organismos electorales los recuentos se empandillen. Tienen miedo al pueblo cuando sus cálculos se les van de las manos y se revela que Correa y Lasso son dos caras de la misma moneda y, al fin y al cabo, terminan llegando a acuerdos. Pero así están tentando la paciencia del pueblo ecuatoriano.

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Historiador, profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador.

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