En memoria de Hernán Rivadeneira Játiva

En memoria de Hernán Rivadeneira Játiva

En nuestra memoria y en nuestro corazón siempre habrá un sitio especial para tener presente a nuestro amigo y compañero socialista Hernán Rivadeneira Játiva.

A su adorada madre Leonorcita Játiva, a sus hermanas y hermanos y en especial a sus hijos Hernán Marcelo, Víctor y Tatiana el abrazo solidario y afectuoso de toda mi familia, de mi esposa Silvia y de mis hijos Paul, Gabriela, Daniel y María Paula, por tan irreparable pérdida.

El dolor embarga no sólo a la familia de Hernán, sino a sus numerosos amigos, compañeros y a los jóvenes, profesionales, académicos, a las Centrales Sindicales, a la Academia de Abogados de Pichincha, a la Asociación Americana de Juristas y a los trabajadores y personas provenientes de sectores sociales populares a quienes sirvió con acrisolada honradez, capacidad y eficiencia.

Compartimos con Hernán más de cincuenta años de militancia política con más coincidencias que diferencias. Estuvimos juntos en la lucha y dirigencia estudiantil universitaria desde 1969 cuando nos conocimos en Loja en un Congreso Nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador. Luego, militamos activamente en las filas del socialismo revolucionario y en los años ochenta y noventa nos empeñamos en la unificación y restructuración orgánica, ideológica y política del Partido Socialista, proceso en el cual Hernán jugó un papel destacado con su proverbiales equilibrio y diálogo para promover acuerdos entre las diferentes tendencias internas. Permanentemente integró los Comités Ejecutivos del Partido Socialista Revolucionario y del Partido Socialista Ecuatoriano; se desempeñó como Secretario General del PSE y de la Coordinación Socialista Latinoamericana, de la que fue uno de sus fundadores y promotores. En el Congreso Nacional como asesor y diputado socialista de Imbabura impulsó varias iniciativas de fiscalización y de legislación destinadas a defender los intereses nacionales y los derechos de los sectores sociales populares a los que el socialismo ha estado esta históricamente vinculado.

Hernán dedicó, en su estudio jurídico, desde los años setenta hasta la actualidad, su gran talento y conocimiento jurídico y su especial habilidad profesional en el Derecho del Trabajo para asesorar y guiar en controversias a muchas organizaciones sindicales y populares y a numerosos trabajadores y servidores públicos.

Tuvo una especial vocación por la docencia no sólo en las aulas universitarias de la Universidad Andina y de la Universidad Central, en la que ocupó además importantes cargos administrativos y académicos, sino en las escuelas y cursos de capacitación en las organizaciones sociales y sindicales del país. Sus clases se caracterizaron siempre por el orden, profundidad, fluidez y una gran sencillez para enseñar desde los asuntos más simples hasta los más complejos.

Fue además un destacado dirigente de los profesores universitarios y de los abogados de Pichincha y del país. Ocupó la presidencia de la Asociación Americana de Juristas en Ecuador, la Secretaría General a nivel internacional y la Presidencia de la Academia de Abogados de Pichincha impulsando en ellas numerosas iniciativas académicas para fortalecer a las dos instituciones y sus participantes.

Como magistrado de la Corte Constitucional y del Tribunal Supremo Electoral se destacó por su probidad, honradez y su profundo conocimiento de los asuntos en los que contribuyó a tomar decisiones de gran trascendencia social y política, defendiendo siempre los intereses nacionales y de los sectores sociales más vulnerables del país.

Vimos crecer a nuestros hijos en el condominio que compartimos muchos años desde 1990 y asistimos a inolvidables reuniones de nuestras familias en Quito y Atuntaqui, en las que disfrutamos siempre de su alegría, hospitalidad y generosidad.

Como ser humano nos legó valores éticos y solidarios y convicciones ideológicas progresistas firmes e inolvidables que todos y en especial sus hijos y compañeros los debemos conservar, como el mejor homenaje a su fecunda vida que la celebraremos siempre, si bien su partida nos causa mucho pesar.

Hernán, misión cumplida! Su vida fue fructífera y ejerció sus deberes y obligaciones con alegría y responsabilidad como hijo, hermano, padre, amigo, maestro, profesional, dirigente y compañero.

Trataremos de emular su ejemplo! Hasta la victoria siempre querido Hernán!

5 de septiembre de 2020.

Víctor Granda Aguilar.

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