El otro Quito ha dicho, ahora decido yo!

El otro Quito ha dicho, ahora decido yo!

Wilson Ramos.

Los resultados electorales solo son consecuencia de la lectura errónea del momento político y social de nuestra ciudad.

Mientras que en el Quito de los 70’s y 80’s, se “desarrollaba” y crecía el norte, como resultado del petróleo, la clase media emergía. Sectores como: la Carolina, Iñaquito, Bellavista, Quito Tenis, Altamira, La Granja, Granda Centeno, Batán Alto, Gonzales Súarez; eran los nuevos barrios residenciales. Por su parte, los alcaldes de la época: Durán Ballén, Alvaro Pérez, Gustavo Herdoiza, Rodrigo Paz, Jamil Mahuad, Roque Sevilla (estos últimos de la Democracia Popular lista 5), con concejos municipales cuya mayoría eran de la Democracia Popular (DP), Izquierda Democrática (ID) y Partido Social Cristiano (PSC), recibían los aplausos de las clases medias y altas, daban vueltas al ruedo a hombros, junto a toreros y ganaderos, que al grito de “torero” y de “Viva Quito”, festejaban a la ciudad.

Al sur de, hasta ese entonces franciscana ciudad, a espaldas de la virgen del panecillo, empezaba a florecer otra ciudad.

Un Quito que emergía a costa de invasiones a las tierras de las haciendas de Chillogallo, la hacienda Ibarra por ejemplo. Asimismo, un sin fin de cooperativas de viviendas se conformaban, para esos años, los 80’s, el Instituto de Seguridad Social (IESS) y el Banco de la Vivienda, habían suspendido sus planes de vivienda, debido a las políticas de ajuste e intereses particulares. Entonces, mucha gente, sin acceso a crédito en bancos, optó por la vía de las cooperativas de vivienda. A esto debe sumarse también la migración de gente indígena y campesina que venía de las provincias del centro, que se asentaban en el sur, y de las provincias del norte que se asentaban en los sectores de: Calderón, Pisulí, Roldos, etc. Estos conglomerados de gente que habitaban en esas tierras invadidas, se organizaron y obtuvieron sus dirigentes.

II
En el Quito tradicional, desde la Villaflora hasta Cotocollao, la política electoral de la ciudad se manejaba por parte de la DP, ID y PSC, con clientelismo. Cooptaban a los dirigentes de las ligas barriales, a quienes les ofrecían los estadios; a los dirigentes barriales, a quienes les ofrecían los mercados, aceras, bordillos y las orquestas para las fiestas de Quito, es decir, manipulaban a estos dirigentes, hasta les hacían candidatos a concejales. Mientras que, a los dirigentes de las cooperativas de vivienda les ofrecían legalizar sus invasiones, sus barrios. Así era la política electoral de Quito de esos años, hasta que vino el segundo quiebre.

III
Esta forma clientelar ya tuvo un aviso de quiebre, la elección de Herdoiza. Este hecho sacudió un poco a las clases medias y altas conservadoras de la ciudad, o sea a nosotros, quienes no le paramos mucha bola. Total, Herdoiza gana en ese Quito chico. Pero el segundo quiebre viene con Paco Moncayo, cuando derrota a Rodrigo Paz. Moncayo era cuestionado por las élites; sin embargo, gana con los votos de esos barrios que hasta antes de su alcaldía eran marginados e ilegales.

Moncayo legaliza barrios, hace obras sanitarias y también hace una labor importante en el centro histórico. Para esos años, ya eran dirigentes muy reconocidas: Pavón (afiliada a la ID) y Luisa Maldonado. Ellas, junto a otros dirigentes, luchaban ante el municipio por sus barrios, por su gente y lograban reivindicaciones importantes.

La política electoral en Quito ya había cambiado, la manipulación a los típicos dirigentes de los mercados, de los barrios, de las ligas barriales, perdió efectividad.

Quito tenía otra población, con otras necesidades: transporte, trabajo, salud mental, salud física, obras de infraestructura, entre otros. En esos barrios, producto de las invasiones, sus poblaciones fueron las que más sufrieron las crisis económicas. Hogares destruidos, sin padre ni madre, con niños pequeños al cuidado de los abuelos, pues sus padres estaban en España, en Estados Unidos o en Italia. Adolescentes con euros y dólares que recibían de las remesas, y accedían a drogas, embarazos tempranos y alcoholismo. Los conflictos se acrecientan, surge el padre Carolo y su labor social en conjunto con los dirigentes de esos barrios. Todo eso sucedía en la periferia del Quito moderno, del Quito financiero, comercial y residencial; cuyos habitantes en su gran mayoría éramos ajenos a ese otro Quito. Se había ya constituido un grupo social integrado en función de otros intereses para su día a día. Es además, debido a sus luchas, un grupo social organizado, solidario y disciplinado, guiado por sus dirigentes a quienes apoyan y con quienes se movilizan. Ahí se inicia un tercer momento.

IV
Tercer momento que viene de la mano del triunfo de Correa en el 2006, con su discurso crítico al neoliberalismo y a la crisis de institucionalidad del Estado. Recordemos que por esos años el país venía de votar presidentes, la democracia representativa había entrado en crisis. Gana Augusto Barrera las Elecciones Seccionales y rompe con lo tradicional: no solo los toros y las fiestas; sino que también, da otro giro a la administración del municipio. Su discurso y accionar se centran en estos sectores periféricos, hasta las estrofas del himno las cambia. El sur y la periferia del norte tienen cercanía, voz y voto en las decisiones del Cabildo, la política de impuestos, y le da más recursos. De igual manera, legaliza barrios y hace obras que en el norte no se ven.

El desgaste de Correa y el discurso de “no más impuestos”, perjudica la reelección de Barrera; motivo por el cual gana Mauricio Rodas, y este fracasa en la alcaldía, pues, además de no conocer Quito y de no saber qué hacer con el cargo y la ciudad, no asume el liderazgo que las clases medias y altas de Quito le piden: liderar la protesta contra el correísmo.

Rodas se desgasta, nada de lo que él hace es bien visto, peor aún valorado. ¿Y en el sur qué? ¿Y en la periferia norte qué? En esos barrios, la revolución ciudadana ya se asentó, trabajo en la burocracia estatal y municipal. Hizo obras, pero sobre todo, trabajo organizativo. Esa la fortaleza del correismo.

A lo dicho se suma el aparecimiento de un tipo que tiene discurso, que es pueblo: Jorge Yunda. Un hombre que les habla como el maestro Juan y que se alía al poder de turno para mantener sus medios. Yunda es un personaje que tiene su proyecto político, por eso preside el Nacional; explota lo sentimental de pueblo, con música, con su lenguaje y su problemática.

Yunda representa la cultura de ese nuevo Quito que surge en el sur y en la periferia Norte, por eso los resultados.

Es justamente esa población la que disputa la alcaldía. Yunda, un tipo al que le ven y escuchan todos los días; y Maldonado, una líderesa que se forja junto a la gente en sus luchas desde hace muchos años, antes de la época de Correa, y al igual que Pavón; son precisamente esos sectores, los que han puesto la Alcaldía.

El otro Quito, el nuestro, se quedó en la añoranza, se quedó en las memorias de las tradicionales fiestas, de los sueños de ver un Quito con lindas edificaciones, con grandes centros comerciales, con avenidas listas para los autos finos, con tasas de impuestos que mientras más bajas sean mejor, con seguridad para que ni se acerquen los desconocidos al barrio, nos quedamos encerrados en el Quito de nuestras urbanizaciones bien cercadas, escuchando a Moncayo, Montufar, Solines y Holguin, hablar por radio Democracia: bla, bla, bla, el autoritarismo, la corrupción, Rodas, etc, etc… y elé, el “indio” del Yunda y la “longa” de Maldonado se disputaron la Alcaldía, guste o no guste a los quiteños conservadores, entre los cuales muchos nos autodenominamos como progresistas.

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Es Licenciado en Administración de Empresas por la Universidad Central del Ecuador.
Estudios de Posgrado en la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB). Cuenta con dos especializaciones superiores en Costos y Productividad, así como en Finanzas. Posee una Maestría en Dirección de Empresas.
Ha desempeñado varios cargos en el sector público y privado: Coordinador Provincial de Afiliación y Control Técnico del IESS, Gerente de Planificación del IECE, Director de Planificación de SENESCYT, Director de Planificación del TSE.

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4 comentarios en «El otro Quito ha dicho, ahora decido yo!»

  1. Buen aporte Wilson, lo que es inaceptable es llegar a un cargo de elección popular con un 20% de votación, es preciso una reforma al código de la democracia para articular candidaturas basadas en el consenso y alianzas porque como en este caso la gestión municipal será compleja, y en lugar de trabajar en función de nuevos derroteros de progreso y bienestar, se imponen los intereses de grupos, Saludos

  2. Excelente analisis del momento político que no solo acontece en Quito sino a lo largo y ancho de nuestra Patria. El fenomeno de la migración del campo a la ciudad es real. Gran error de los políticos su ego los vuelve ciegos. Felicitaciones David 👍

  3. UN QUITO QUE SE HUNDE EN LA BASURA VS. UN QUITO POPULISTA.- asi nos hace notar las elecciones seccionales para dignidades locales. Lamentablemente las encuestadoras pagadas y sin datos certeros de sus muestras fracasaron rotundamente, candidatos que se creian triunfadores con la propaganda y la publicidad direccionada, e inclusive torpe al abrazarse efusivamente desde el Hilton Colon, fue el mayor de los BOCHORNOS POLITIQUEROS CON LOS CUALES LA ID VOLVIO A LA TUMBA DE LA CUAL LE QUISIERON REVIVIR. Sus aliados ahora sordo, mudos y ciegos, no tienen explicacion OBJETIVA DE PORQUE GANO YUNDA(PARA LOS DEL NORTE DE LA CIUDAD HIUNDAI Y PARA EL SUR CACA DE PERRO). Todo caso lo que si sale a flote es que el nuevo alcalde no tiene ACEPTACION DE LA MAYORIA DE LOS QUITEÑOS. Gobernar con un 20% de votos es terrible para una democracia endeble, y querer hacer obras es mas complicado aun. Una oposicion que se nutre de correistas en la consejalia, van hacer el mismo papel que hicieron a su momento con Rodas(Canguil) Alban y la cuadrilla de chantajistas del edil de turno. Solo le quedan dos caminos al nuevo alcalde, o pacta con la oposicion o se une al pasado con asesorias y reparticiones de secretarias, gerencias y departamentos a las momias cocteleras de la ID, Democracia Popular, PSC y resagos de movimientos como vive que siguen dentro del municipio. Pues la mayoria del consejo puede aliarse y permitir que la ciudad salga del basurero y la cloaca a la que condeno Rodas por su inoperancia y falta de liderazgo que no lo tuvo. Un año le da la ciudad a Yunda para que recupere el sitio que se merece como capital, de lo contrario sera carne de cañon de todos oposicion y aliados mas el pueblo que votaran por su salida. Entonces el VICEALCALDE SERA EL QUE TOME LAS RIENDAS QUE DESECHE EL POPULISMO Y PONGA CONTRA LA PARED A LOS VESTIJIOS DEL CORREISMO EN LA CABEZA DE MALDONADO Y SUS ALIADOS.

  4. EXCELENTE.FELICITACIONES.UN ANALISIS PROFUNDO,SENTIDO E ILUSTRADOR,PARA ENTENDER QUE QUITO ES DE TODOS,CON ESPACIO Y DERECHOS PARA VIVIR EN DEMOCRACIA,PORQUE ESTA,PERMITE ELEGIR A LOS LIDERES POPULARES CONVENCIDOS DE UN CAMBIO RADICAL Y DE TRANSFORMACION.

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