La auto definición del Gobierno de Lenin Moreno como de “izquierda y pragmático”, requiere de políticas que lo representen con claridad.
El programa económico adoptado implicó un ajuste que beneficia principalmente al sector empresarial rentista, extranjero y nacional, “impulsando” aparentemente la inversión y la generación de empleo, vía disminución de tributos. Sin embargo, los ingresos públicos se sostienen con los generalizados aportes de sectores medios y populares, así como con el incremento de los precios de materias primas en el mercando internacional. De esta forma se asegura el pago de la creciente deuda externa e interna, del enorme gasto burocrático y de las políticas sociales insuficientes que no cubren los derechos reconocidos a los ciudadanos en la Constitución.
Si el gobierno quiere mantener un perfil de “izquierda” o “progresista”, debe rediseñar su programa económico-social y emprender en políticas de fomento, redistribución de la riqueza y financiamiento productivo a los verdaderos actores de la economía nacional: los productores agrícolas, los pequeños y mediano empresarios, los artesanos, los trabajadores y todos aquellos que con la innovación pueden posicionar al país en el mercado mundial. El régimen necesita dotarse de iniciativas transformadoras en educación, salud, empleo, seguridad social y en una activa participación en el escenario internacional con efectivas iniciativas de combate a la corrupción y a toda forma de exclusión estructural.
Al correismo hay que vencerlo definitivamente y de forma pragmática, con hechos y no con palabras, de lo contrario se crearán las condiciones para su retorno o el de la derecha oligárquica.
Docente de derecho en la Universidad Andina Simón Bolivar (UASB). Doctor por la Universidad de Salamanca (España). Ex diputado por el Partido Socialista Ecuatoriano (PSE).
Excelente comentario Victor Granda, una de esas políticas públicas ha de ser volver por una vez y todas la vista al campo, aún existe priductores q no saben donde vender sus productos cuando llega el momento de la cosecha, así como trabajar en proyectos de riego, nosotros los agricultores vemos una gran barrera en este aspecto pues no podemos hacer producir por falta de líquido en verano